Nuestro país siempre ha sido tradicionalmente un lugar donde se ha dormido la siesta después de comer, debido al clima y a los hábitos y costumbres adoptadas.
Además, hoy en día estudios recientes han demostrado los grandes beneficios de la misma sobre la salud.
Pese a ello, en la actualidad ha bajado considerablemente el número de personas que practican este hábito tan popular. Casi el 60% de los españoles nunca duerme siesta según estudios recientes.
El sueño tiene efectos reparadores sobre el cerebro, ya que aumenta las capacidades neurocognitivas, como el razonamiento y el aprendizaje.
Descansar al menos 15 o 20 minutos, acarrea numerosos beneficios para nuestra mente. Favorece la memoria, fomenta la creatividad y aumenta la productividad. Además, nos ayuda a recuperar la energía perdida durante el día y hace que nos levantemos renovados.
Tampoco podemos olvidarnos de los niños. Algunos estudios han determinado que al dormir siesta afianzan la memoria y los conocimientos aprendidos, además de favorecer su aprendizaje.
Pese a todos sus beneficios, la siesta no debe superar los treinta minutos, ya que tendremos más dificultad para despertarnos y perderemos concentración.
Beneficios de echarse la siesta
Con el objetivo de fomentar su práctica, la Fundación Española del Corazón ha determinado cuales son los beneficios de dormir la siesta cada día:
- Previene los problemas de corazón y reduce la tensión arterial: el ritmo de vida actual no ayuda a nuestra salud cardiovascular. Cada vez permanecemos más horas en activo y dormimos menos.
Mientras lo hacemos, liberamos la hormona del crecimiento y reducimos nuestros niveles de estrés y ansiedad.
- Facilita el aprendizaje: el sueño permite afrontar nuevos conocimientos y fijar lo adquirido. Por ello, dormir la siesta después de almorzar, aumenta nuestra productividad y rendimiento.
- Aumenta la concentración: si tenemos una siesta reparadora, mejoraremos nuestra memoria y afianzaremos datos.
- Facilita la resolución de problemas.
- Estimula la creatividad.
- Mejora los reflejos.
- Mejora el estado de ánimo, gracias a la serotonina, producida en el descanso.
- Favorece el optimismo.
- Ayuda al aparato digestivo a hacer la digestión tras el almuerzo.
Dormir siesta no es una pérdida de tiempo. Es un hábito que contribuye a mejorar nuestro rendimiento y que reduce los riesgos a los que nos exponemos en nuestras actividades laborales y cotidianas.
La siesta ideal
- La siesta es un sueño corto que sirve para reponernos física y mentalmente y continuar afrontando el día con energía.
- No es necesariamente buena o necesaria para todo el mundo. Por ejemplo, no es recomendable para aquellos que sufren insomnio. Hay algunos países donde se hizo más popular por el clima cálido que poseen.
- Elige un lugar cómodo y un contexto adecuado.
- Lo aconsejable es que su duración sea de 20 a 30 minutos.
- No es conveniente que dure más de 30 minutos, ya que perderá sus beneficios.
- La siesta debe ser un complemento, pero no un reemplazo del sueño nocturno.
- Si la dormimos más de 40 minutos, podrá afectar nuestro sueño nocturno o producirnos insomnio.
- En lugar de la cama, es mejor que descansemos en un sofá o sillón.
- Debemos evitar los ruidos y la claridad y mantener una buena temperatura en la habitación.
- Para los niños resulta de gran importancia dormir la siesta por su desarrollo físico y neurológico. Para las personas mayores también es fundamental, ya que con esta práctica, mejorarán su calidad de vida.
- También podemos planificar nuestras siestas cuando, por ejemplo, vamos a acostarnos más tarde de lo habitual, como suele ocurrir en verano.
Dormir siesta: curiosidades
- Aunque no puedas dormirte, tumbarte y cerrar los ojos ya es beneficioso para nuestro organismo, ya que nos ayudará a desconectar.
- Empresas internacionales como Google o Nike, dan a sus trabajadores tiempo para que duerman siesta antes de continuar con su jornada laboral e incluso les ceden espacios físicos.
- Según un estudio de la NASA, una siesta de 26 minutos hace que nuestro rendimiento aumente un 35% y un 55% nuestro nivel de alerta.
- Casi todos los mamíferos duermen en diferentes periodos cortos a lo largo de todo el día. Los humanos somos los únicos que no lo hacemos. Por eso llegamos tan cansados a la noche.
- En Japón la siesta es vista como algo positivo. Piensan que los trabajadores que la duermen, afrontarán mejor sus tareas por la tarde.
La siesta en otros países
En cada país tienen una conciencia diferente de la siesta. En algunos lugares es muy valorada y en otros, no es habitual practicarla. Repasamos las costumbres en cuanto a ella en diferentes países:
EEUU: dormir siesta no es aún una tradición, aunque las empresas multinacionales empiezan a verla con buenos ojos gracias a sus beneficios para la salud y el mayor rendimiento que consiguen sus trabajadores.
Rusia: tradicionalmente se dormía la siesta, más a nivel cultural que por el clima frío y poco dado a la misma.
Nigeria: en este país, la siesta es aceptada culturalmente, ya que la religión musulmana promueve la importancia del sueño y el descanso. Este es un claro ejemplo de que la religión es tan fuerte, que puede moldear la cultura y la costumbre de un país, donde la mayoría de la población es musulmana. Lo mismo ocurre en otros países como Indonesia, Pakistán, India y Bangladesh.
China: se considera un derecho constitucional que los empleados descansen en el trabajo después del almuerzo durante una hora.
Japón: es el país más tolerante con la práctica de dormir en público. Ellos le llaman “inemuri”. Se interpreta como que la persona ha trabajado mucho durante el día y por ello está cansada y está bien visto que se duerma un rato, incluso en reuniones.
La siesta en el S.XXI
En la actualidad el concepto de siesta y la forma de dormir, han cambiado. Algunas personas están integrándola en su día a día con el uso de las nuevas tecnologías, como las cápsulas para dormir, un experimento que se probó en la estación de Atocha de Madrid, bajo el nombre “salva nuestra siesta”, que ofrecía la posibilidad de que los trabajadores durmieran en sus ratos libres en una especie de habitáculos destinados a ello.
En 2014 se lanzó una nueva app para optimizar nuestro descanso. Se llama «sleep cycle» y ayuda a los usuarios a reproducir la siesta midiendo sus patrones de sueño para posteriormente despertarlo cuando detecte que la persona está más revitalizada y descansada.
Como conclusión, podemos indicar que una siesta diaria de 20 o 25 minutos es beneficiosa para la salud. Y qué mejor forma de hacerla que durmiendo en un sofá.
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