Un año más disfrutamos el verano… pero ya mismo comienza el otoño, para ser exacto el 23 de septiembre. Significa que también cambian las temperaturas y llegan las precipitaciones, momento para volver a colocar el relleno nórdico en nuestra cama.
A lo mejor te parece pronto para hablar de rellenos nórdicos, con temperaturas que superan los 30 grados y unos 20-25 por la noche, pero ya hay días que podemos empezar a notar las pequeñas caídas de temperaturas nocturnas.
Mejor estar preparado, y no empezar a buscar tu viejo relleno nórdico el último día. ¡Cuando lo sacas de la bolsa no va a volver adentro hasta el verano que viene! No sé si te ha pasado alguna vez, pero a mi sí. Resulta que guardé el relleno nórdico en una bolsa después de lavarlo, pero no estaba seco al 100%. ¿Resultado? un relleno nórdico que olía a «flores» o mejor dicho: MOHO. Ahí estaba, con un frío que pela y un nórdico «maloliente». ¡Al final tuve que ir por las toallas de playa para encontrar un poco de calor!
Entonces pensé: sería una idea estupenda avisar a más personas para que no les pasa igual que a mi.
Después de leer el artículo, irás al armario para oler tu relleno nórdico 😉
Para quien tiene uno que huele igual que el mío, tenemos ofertas estupendas en nuestra tienda online de rellenos nórdicos de alta calidad. Las mejores marcas y con los mayores descuentos.
Diferentes modelos de rellenos nórdicos:
- 4 estaciones: rellenos nórdicos adaptados para todas las estaciones del año.
- Hipoalergénicos: rellenos nórdicos adaptados para personas con alergia o asma.
- Fibra: rellenos nórdicos, principalmente de fibra. Puede ser fibra hueca, fibra siliconada, etc.
- Pluma, Plumón, Duvet: rellenos nórdicos, principalmente con plumas de oca de color blanco o gris.
Tal vez también te puede interesar el artículo: Como elegir un edredón nórdico.